Probablemente os parecerá una tontería y lo más seguro es que ya lo sepáis, pero como cuando yo descubrí esto en su momento me pareció una revelación, lo comparto por si a alguien le ayuda.
La primera vez que se me olvidó sacar con tiempo la mantequilla para que estuviera a temperatura ambiente entré en pánico. Me había comprometido a llevar unas cupcakes de vainilla al trabajo para un mini evento interno y yo no tenía mi mantequilla lista. Así que hice lo primero que se me pasó por la mente: tirar de microondas. MAL. DRAMA. DESASTRE. La mantequilla se derritió completamente.
Así que llamé a una de las personas que mejor cocinan en el mundo mundial por detrás sólo de mi abuela: mi madre.
Solución: rallar la mantequilla.
Nuestro salvador cuando se nos olvida sacar a tiempo la mantequilla |
Así de fácil. Con un rallador de agujeros grandes lo único que hay que hacer es rallar la mantequilla, que saldrá por el otro lado en modo prácticamente pomada. Una vez terminamos de rallar toda la que necesitamos, con un tenedor la movemos, le damos unas cuantas vueltas y listo. También funciona ir cortándola en dados pequeños. Es un poco más lento que rallarla, pero te saca del apuro si no tienes rallador en casa (o si te da luego pereza tener que limpiarlo de mantequilla pegada, que también puede ser).
¡Ahí queda eso!
Jajajaja que bueno. 👏🏻👏🏻
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