Friday, January 27, 2017

Carrot Cake

Va a parecer que sólo me gusta cocinar dulce...
Hoy toca carrot cake. Yo diría que es mi favorita, ya que no es excesivamente dulce y ese toque de zanahoria hace que quede muuuuy jugosa. 
La preparación en realidad es bastante simple. Lo único que realmente me da pereza de esta tarta es rallar la zanahoria, pero si tenéis la suerte de tener un robot picador lo podéis hacéis en segundos.


Para el bizcocho:
-200 ml de aceite de girasol
-200 gramos de azúcar moreno
-300 gramos de zanahorias peladas y ralladas
-240 gramos de harina tamizada
-3 huevos
-1 cucharada de canela
-2 cucharaditas de levadura
-Nueces peladas y cortadas, un puñadito (opcional)
-Pasas, un puñadito (opcional)
-1/2 cucharadita de extracto de vainilla (opcional)

Comenzamos mezclado los huevos, el azúcar y el aceite. Incorporamos poco a poco el resto de ingredientes y horneamos unos 30 minutos ("truco del palillo limpio") a 180º en el horno precalentado y en un molde engrasado con mantequilla y harina para que no se nos pegue. 

Mientras que se enfría el bizcocho, aprovechamos para hacer el frosting:
-130 gramos de queso crema frío, recién sacado de la nevara (ya sabéis, ¡nada de light!)
-130 gramos de mantequilla a temperatura ambiente
-280 gramos de icing sugar

Primero mezclamos la mantequilla y el icing lugar. Cuando ya esté completamente integrado, añadimos el queso crema. ¡Ahora sólo queda decorar!


También podéis cortar el bizcocho en dos capar y ponerle frosting dentro, pero como yo no soy muy fan del dulce, sólo suelo ponerlo por encima.
Lo dicho: súper fácil, rápida y deliciosa. ¡Buen provecho!

Tarta de Manzana

Como diría una chica que conocí hace algunos años y a la que le encantaba traducir literalmente al castellano, hoy os traigo lo que para mí es LA CREMA DE LA CREMA de las tartas de manzana: la receta que usa mi madre.


Esta receta ha estado apuntada en una libreta negra guardada en el cajón de la entradilla de la casa de mis padres desde mucho antes de que yo naciera (¡que ya son unos años!).
Es maravillosa, jugosa, riquísima y súper fácil de hacer. Además las medidas están en cucharadas, por lo que ni siquiera necesitamos andar pesando ni midiendo para hacerla. En esta ocasión no disponía de un molde grande, por lo que he usado la mitad de los ingredientes para hacer una tartita más pequeña, pero aquí os dejo cantidades originales con las que sale la tarta de tamaño normal.

-1 kg de manzanas (reineta mejor)
-14 cucharadas de azúcar
-14 cucharadas de leche
-13 cucharadas de harina
-3 cucharadas de mantequilla
-3 huevos

Apartamos dos manzanas y el resto las pelamos, cortamos y batimos  junto al resto de ingredientes.


Engrasamos el molde con mantequilla y lo llenamos con la masa.


Ahora lo único que tenemos que hacer es pelar las dos manzanas restantes (mejor no hacerlo al principio para evitar que se oxiden), laminarlas y decorar la superficie de la tarta como queramos. Generalmente en círculos inversos queda muy vistoso, pero al usar esta vez un molde tan pequeñito, a penas he tenido espacio para decorarla. Tal vez debería haber partido las laminas por la mitad para tener espacio suficiente para hacer dos círculos, pero la verdad no he caído en la cuenta. ¡Para la próxima!



Horneamos unos 45 minutos a 160º (truco del palillo para saber si está hecho) y listo.
Al terminar, podemos pintar la superficie con mermelada de melocotón o albaricoque o, si no tenéis  en ese momento o como yo, vivís en un país donde es extremadamente cara o difícil de conseguir, podéis sustituirlo por un almíbar hecho con agua y azúcar (y unas gotas de extracto de vainilla, opcional). Sólo tenemos que disolver en el agua hirviendo la misma cantidad de azúcar. Es decir, si utilizamos 60 ml de agua, añadiremos 60 gramos de azúcar.
¡Buen provecho!


Red Velvet

Aunque sé que hay gente que se vuelve loca con esta tarta, la verdad es que para mí no es la más deliciosa (ojo, que no es que no esté mala ¿eh?) pero sin duda sí la más bonita o por lo menos la más vistosa y es genial lo bien que queda cuando apareces con ella en casi cualquier ocasión ya sea en cumpleaños, fiestas, cenas, navidad...
Su elaboración no es difícil en sí, aunque es bastante entretenida. Ésta es la receta y el método que sigo yo desde hace algunos años y de momento me funciona muy bien.

¡La foto no es buena porque nos ansiamos al comerla!

La gracia de esta tarta es hacer capas de bizcocho. Podemos hacerlo de 2 ó 4 capas (ó incluso 6 para los valientes), según los bizcochos que queramos hornear o la altura y diámetro del molde.
En mi caso yo considero que dos capas es suficiente (más capas con más buttercream a mí me empalaga) pero esto ya es a vuestra elección.
¡Vamos a ello!


Para la masa:
-120 ml de aceite de girasol
-300 gramos de azúcar
-2 cucharadas de cacao sin azúcar (yo uso el de lata de la marca valor)
-2 huevos
-3 cucharaditas de extracto de vainilla
-240 ml de leche entera
-1 cucharadita de colorante rojo (tiene que ser en pasta, si no no quedará rojo)
-300 gramos de harina tamizada
-2 cucharaditas de zumo de limón
-1 cucharadita de bicarbonato
-2 cucharaditas de vinagre blanco
Lo primero que tenemos que hacer antes de que se nos olvide es precalentar el horno a 180º y engrasar el molde con mantequilla y harina para que la tarta no se nos pegue.
Mezclamos la leche y el zumo de limón en un vaso a parte para que se corte y mientras tanto batimos el azúcar, los huevos y el aceite. Cuando la leche esté cortada (tarda unos minutos), podemos ir añadiéndola a la vez que incorporamos el extracto de vainilla y poco a poco la harina y el cacao.


En un vaso a parte, mezclamos el bicarbonato y el vinagre, y cuando burbujee, añadimos a la mezcla.
¡Por fin llega el momento divertido y agregamos el colorante!


Lo ponemos en el molde y al horno alrededor de 35 minutos (de nuevo el truco del palillo para ver si está hecho).
Es el momento de preparar la buttercream. Para ello vamos a necesitar:
-130 gramos de mantequilla a temperatura ambiente
-300 gramos de icing sugar
-130 gramos de queso crema (¡nada de light!)
-3 cucharadas de leche
Con una batidora de varillas, batimos primero la mantequilla, el icing sugar y la leche y cuando esté integrado, incorporamos el queso crema y seguimos batiendo hasta que quede una crema homogénea.
Volvemos a la parte divertida: ¡A decorar!
Lo primero que tenemos que hacer es con un cuchillo (a mí uno jamonero me funciona genial, pero hay cuchillos especiales para esto) igualar la parte de arriba del bizcocho si ha quedado abultado y darle la vuelta para que ese lado que hemos arreglado quede en la parte de de abajo de la tarta y no se vea. No debemos tirar lo que haya sobrado ya que nos va a servir para decorar después.
Cortamos el bizcocho en dos partes y rellenamos con la crema.


Lo cerramos, lo cubrimos por todas partes y metemos en la nevera unos 20 minutos para que se endurezca.
Ahora con una manga pastelera podemos hacer la decoración que más nos apetezca y usar las migas que guardamos de igualar el bizcocho.


Como siempre que una tarta lleve queso, hay que guardarlo en la nevera.
¡Buen provecho!


Thursday, January 26, 2017

Mantequilla a temperatura ambiente en minutos

Probablemente os parecerá una tontería y lo más seguro es que ya lo sepáis, pero como cuando yo descubrí esto en su momento me pareció una revelación, lo comparto por si a alguien le ayuda.
La primera vez que se me olvidó sacar con tiempo la mantequilla para que estuviera a temperatura ambiente entré en pánico. Me había comprometido a llevar unas cupcakes de vainilla al trabajo para un mini evento interno y yo no tenía mi mantequilla lista. Así que hice lo primero que se me pasó por la mente: tirar de microondas. MAL. DRAMA. DESASTRE. La mantequilla se derritió completamente.
Así que llamé a una de las personas que mejor cocinan en el mundo mundial por detrás sólo de mi abuela: mi madre.
Solución: rallar la mantequilla.

Nuestro salvador cuando se nos olvida sacar a tiempo la mantequilla

Así de fácil. Con un rallador de agujeros grandes lo único que hay que hacer es rallar la mantequilla, que saldrá por el otro lado en modo prácticamente pomada. Una vez terminamos de rallar toda la que necesitamos, con un tenedor la movemos, le damos unas cuantas vueltas y listo. También funciona ir cortándola en dados pequeños. Es un poco más lento que rallarla, pero te saca del apuro si no tienes rallador en casa (o si te da luego pereza tener que limpiarlo de mantequilla pegada, que también puede ser).
¡Ahí queda eso!

Wednesday, January 25, 2017

Cupcakes de Manzana Reineta y Canela

Para ser una persona a la que no le gusta especialmente el dulce, disfruto demasiado haciendo repostería.
Tal vez sea por todas las posibilidades de decoración, boquillas, mangas, perlitas, tintes,... me resulta muy entretenido, la verdad.
Así que cuando el otro día (el otro día, ese maravilloso y concreto concepto del tiempo que se sitúa entre ayer y hace 18 meses) fue mi cumpleaños no dudé en preparar algún postrecillo para llevar a clase.


Para la masa:
-200 gramos de harina tamizada
-2 manzanas reineta en dados (sustituibles por otro tipo si os gustan más, pero a mi el contraste dulce-ácido me encanta)
-200 gramos de azúcar (moreno o blanco, lo que queráis)
-2 huevos
-1 cucharadita de extracto de vainilla
-150 ml de leche
-100 ml de aceite de girasol
-1 cucharadita y media de levadura
-2 cucharaditas de canela molida


Para la buttercream:
-175 gramos de icing sugar (hay gente que le echa mucho más, pero a mí esta cantidad me parece más que suficiente, más a mi me resulta muy empalagoso)
-150 gramos de queso crema (¡nada de light!)
-150 gramos de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
-Una pizca de canela molida


Preparación del bizcocho:
Vamos mezclando los ingredientes poco a poco con unas varillas. Yo sigo este orden:
Primero el aceite y el azúcar, luego los huevos (mejor de uno en uno), después la mitad de la harina con la levadura y la canela, la mitad de la leche, la otra mitad de la harina y por último la otra mitad de la leche (¡espero haberme explicado bien!).


Llenamos las cápsulas hasta 2/3 de su capacidad para que no se desborden al hornear y lo metemos al horno precalentado a 160º. El tiempo de horneado varía según horno. Se supone que en uno normalito con alrededor de 22 minutos es suficiente, pero el mío es de estos pequeñitos portátiles y necesita casi media hora. Lo que hago es que cuando los cupcakes llevan en el horno alrededor de 21 minutos (¡no abrir la puerta antes de ese tiempo!) los pincho con un palillo. Si sale limpio están listos, si no, hay que esperar un poco más. Con esta receta lo del palillo es un poco traicionero, ya que puede ser que con él estéis pinchando manzana en vez de masa y por eso no salga limpio y hornear más de la cuenta y que queden secos como ellos solos.


Mientras, podemos aprovechar para hacer la buttercream de queso. Para ello necesitaremos una batidora de varillas.
Primero batimos sólo la mantequilla durante unos minutos, hasta que quede bien blandita y manejable. Después el icing sugar (yo lo voy añadiendo por partes). Tenemos que tener cuidado y hacerlo muy despacio al principio, ya que como nos emocionemos y metamos la batidora alegremente en el azúcar y le demos al botón ¡booooom! Naaaavidad y nieeevee por toda tu cocina, pelo, ojos, etc. Cuando ya esté todo integrado, añadimos y batimos la buttercream con el queso.
La ponemos en la manga pastelera con la ayuda de un vaso y yo lo meto siempre en la nevera unos minutos antes de utilizarla (esto hace que la mantequilla se endurezca un poco y el frosting quede más consistente para trabajar con él).
Y con esto ahora sólo queda la parte más divertida: ¡DECORAR!


Al terminar si queréis podéis espolvorear un poquito los cupcakes con canela. Yo llegaba tarde, me puse nerviosa y no llegué a echar una foto en condiciones, pero si os fijáis en la de la caja, podéis verlo.


Un último comentario: que el tema de que la buttercream lleve queso requiere que guardéis los cupcakes en la nevera, así que ya tenemos una excusa para engullirlos cuanto antes para que no se pongan duros como piedras.
¡Buen provecho!










Tuesday, January 24, 2017

Experimentos con comida 2.0

La cosa es que ya tuve antes un blog de recetas de cocina experimentos con comida.
La cosa es que no tenía tiempo constancia y lo acabé abandonando.
La cosa es que soy un desastre.
Pero LA COSA es que en China está a punto de empezar el año nuevo y esta vez sí que sí este blog entra entre mis firmes proyectos para el año que viene.


En un ataque de autosinceridad, he suprimido más de una decena de absurdos propósitos de año nuevo que sé que no sería capaz de llevar a cabo más de 4 semanas seguidas en el mejor de los casos (el gym y yo no nos amamos, nunca lo hicimos y nunca lo haremos, ya está, asumido, estoy en paz, fin) para concentrar todas mis energías en las 2 ó 3 cosas que verdaderamente disfruto. Y, entre ellas, este blog y su futura traducción al inglés y chino (¡toma ya!).
Así que sin más historias, comienzo Cookinadas para compartir mis aventuras y desventuras cocineras en general y alguna que otra cosilla que se me vaya ocurriendo en relación con lo que más me gusta a mí hacer en la vida: ¡COMER!
¡Bienvenidos y buen provecho!